El poder de la Pasión

Existen personas con las que tienes el deseo de ser retratado y en mi caso personal se debe a sus historias personales y como se abrieron paso ante un camino plagado de adversidades ante el cual el sólo deseo de continuar con su pasión fue el timón para surcar esas aguas...

Tal es el caso de Camila, una activista de Greenpeace que fue arrestada en Rusia trepando a una plataforma petrolífera. Una persona que expone su vida en cada misión con la firme convicción de concientizar de los peligros de la actividad humana industrial hacia la naturaleza...

Y un mensaje sobre lo que es un correcto trabajo en equipo, en que por esos azares del destino la hicieron protagonista a escala global, pero la humildad de su persona en su minimización sobre el incidente y de comportarse como una más la hacen al mismo tiempo mas grande. Y quienes conocemos de adversidades tal vez podemos identificar esos gestos de un pasado que ya quedó atrás y un presente en el cual hay mucho por hacer...

¿Cuál es el impulso a querer y decidir continuar una lucha ante los grandes entramados de connivencia y chanchullos políticos conociendo que aunque pongamos todo de nosotros aún es poco?

Ejemplos de inspiración que llevo a vivenciar a los infantes de mi entorno familiar...

Y como muestra de aquellos tiempos de héroes ante tormentas marinas queriendo poder sortearlas direccionando son sus fornidos brazos esos enormes timones la posición de su navío nos encontramos en un presente donde los timones tienen un tamaño que para conducirlo hacen falta dos dedos, producto de los avances técnicos de la humanidad donde nos recuerda el poder de un tuit (que también con dos dedos puedes sumergirte en la peor de las mismas o salir airoso de ellas)...

Tiempos donde las herramientas fueron perfeccionándose para conducir pasiones producto de una personalidad dispuesta a correr riesgos reconociendo su misión y poniendo su empeño, voluntad, y personalidad en cada decisión que, en muchas de las ocaciones, no se pueden medir las consecuencias dejando en manos de un futuro incierto su designio.

Al fin y al cabo somos productos de nuestras acciones que nos condujeron a un presente en el cual actúas según tus instintos, ya que si te detienes a analizar todas las posibilidades de tus actos y consecuencias, la oportunidad del momento de la acción haya pasado y, te das cuenta ahí justamente, que eras un personaje secundario o un extra de la historia de algún protagonista...

Sea el camino que elijas querido lector, que sea con conciencia y puedas agradecer el camino precedido al reconocer que todo ello es producto de lo que eres hoy...