Un fin de ciclo

El ciclo "Mesa de Diálogos en el Senado" ha llegado a su fin y con ello un espacio de construcción de ideas que luego del cierre oficial del próximo viernes seguro tendré una visión mas acabada de cómo fue el ciclo en su totalidad.

Tal vez mis expectativas de tal espacio fueron sobredimensionadas y la idea de pertenecer a un grupo que trabaje en el Senado de la Nación con mi propósito de incidencia por la designación del defensor de los derechos del niño era bastante ambicioso. El imaginario de "las grandes ligas" del Senado es solo una construcción mental donde al transitar por sus pasillos y ver las caras de su personal carente de emociones me dio una visión de gente consumida por una rutina hasta el hastío, donde la burocracia los ha marchitado hasta la resignación de que deben transitar sus vidas con la misma cadencia con que lo vienen haciendo...

Pero la idea que fundamentó este espacio de interacción entre las organizaciones y su posibilidad de replicarlo en cada lugar donde se pueda intervenir (gobiernos locales, regiones de localidades, gobiernos provinciales, etc) es de destacar por parte de sus ideólogos, y la posibilidad de tenerlo sistematizado en un libro nos da ese marco de referencia para que seamos efectores de propuestas participativas dentro de los terrenos donde  desarrollamos nuestras actividades de defensa de derechos...

Nadie sabe a ciencia cierta que será de leste conjunto de intervinientes una vez terminado este ciclo dentro de un recinto que, como mencionaba la coordinadora, por primera vez en la historia abre su puertas.

Pero si hay algo de lo que estoy convencido es que cada una de las organizaciones seguirán su sendero por garantizar una correcta intervención de la ley en cada uno de sus casos en cuestión, desde un nivel micro, buscando alternativas de incidencia a nivel meso, para contar por primera vez en la historia de la república una estructura macro que contenga estas voces y protagonistas de este milenio de cambios institucionales...

Se ha preparado un terreno fértil para la pronta designación del defensor de los derechos del niño al cabo de esta década en cuestión, y la nueva conformación política puede renovar los aires de un congreso que a lo largo de estos años la indiferencia fue la moneda con que se le pagó a una institucionalidad que necesita imperiosamente estrategias políticas que puedan ser expuestas tanto a la comunidad en su conjunto como así también a sus representantes.