Saturday, March 15, 2008

La Cocha

"Cocha" deriva del quichua "kkócha" que significa laguna. Si bien según el historiador Pedro Ramirez ("Los jesuítas de San Ignacio de la Cocha", 1994) no existe para esta ciudad una fecha cierta sobre su fundación, la primera mención documentada de su existencia data del 6 de Abril del año 1795, fecha del bautismo de María Luisa Alvarez.
Las primeras documentaciones son de la época jesuítica y es así que podemos encontrar un escrito del rector del Colegio de la Compañía de Jesús en Santiago del estero, Padre Pedro Martinez quién presentó en 1656 ante el alcalde ordinario de San Miguel de Tucumán un escrito donde propugnaba: "... que el capitán Pedro Ramirez de Alarcón ha vendido al dicho colegio una estancia llamada Silípica, como consta de esta escritura que con esta petición presento y titulo que entregó, y que para el dicho colegio la posea desde luego jurídicamente, a V. Md. pido y requiero mande dar comisión a la persona que V.Md. pareciere, o a cualquier persona que sepa leer y escribir, para que me meta en posesión de dicha estancia."
Los Silípicas ( de allí el nombre de la estancia) eran los antiguos pobladores de San Ignacio -lugar que dista a unos cinco kilómetros de la Cocha- y de zonas aledañas durante la era prehispánica. Su vestimenta, de acuerdo a los misioneros que escribieron sobre el tema consistía en una amplia camisa, usaban el cabello sujetado con una vincha y eventualmente calzaban ojotas. Sus armas eran arcos, flechas y cortas lanzas de madera con las puntas endurecidas al fuego. Las hachas de piedra también eran usadas como herramientas, aparte de su destino específico como armas.
Alrededor de San Ignacio y con el tiempo, los jesuítas formaron una especie de "cluster" de estancias que abarcaron el sur de Tucumán y el norte de Catamarca, su especialidad, la agricultura y la ganadería los impulsaron a perfeccionar un singular sistema de riego. Después del desmembramiento de la estancia, la Cocha era sólo un paraje donde habían comenzado a afincarse pardos y mestizos descendientes de esclavos y sirvientes de San Ignacio. Como este paraje se situaba en el "carril de las carretas" empezó a florecer el comercio de las principales actividades del lugar.
Ya desde sus comienzos en la Cocha estuvo signada su economía, en la actualidad la principal actividad es el agro, con al cultivo de citrus, caña de azúcar, soja y tabaco. En esta ciudad que, según el discurso del actual intendente en la apertura de las sesiones ordinarias del Consejo Deliberante local, consta de aproximadamente 15 mil habitantes, parecen todos conocerse, el horario de la siesta es tema de devoción y la pujante juventud altera el ritmo de una típica ciudad norteña con las motos de baja cilindrada no escapando a la tendencia juvenil actual. Su epicentro es la plaza San Martín, lugar obligatorio de concentración, donde por las noches el ritual de "plazear" es un acontecimiento de gran convocatoria para los cochenses. En el casco céntrico de construcciones bajas aún permanecen aquellas antiguas edificaciones, muchas de las cuales pertenecen a renombradas familias de la ciudad y en las que se puede observar los desniveles de las construcciones como consecuencia de antiguas inundaciones. Los comercios en una gran mayoría cierran bien entrada la noche. La municipalidad está situada frente a la estación de ómnibus en el edificio donde funcionaba con antiguedad el hospital. El centro cultural 8donde se celebran los principales acontecimientos sociales) posee un amplio escenario y asientos con capacidad para aproximadamente 500 personas. Al lado del mencionado se encuentra el Complejo Deportivo donde en épocas estivales funciona la "escuelita de verano", este año participaron en ella alrededor de 160 niños. Durante el resto del año se realizan prácticas deportivas, funciona un comedor comunitario, por las siestas se reunen las señoras a jugar al bingo y por las noches hay actividades para el público (folclore, artes marciales, etc)
A media cuadra de la plaza se encuentra la "Biblioteca Popular 25 de Mayo", esta biblioteca en la fecha de su nombre este año cumplirá 99 años, cuenta con estimadamente 8000 volúmenes y poseen unas computadoras que según dice la bibliotecaria no pueden utilizarlas debido a su problema de mantenimiento. Su edificación se encuentra deteriorada por el paso del tiempo y los murciélagos rondan por el fondo, posee un amplio escenario donde realizan actividades y cuanta con un entrepiso con balcón; es digno de ver como los padres acompañan a sus hijos para consultar distintas cosas, los jóvenes se reunen por las tardes a estudiar y la bibliotecaria asiste a cada uno de sus visitantes dándole orientaciones y ayudando a quien lo necesita. Según manifiesta trabaja ad honorem y es la que se encarga de todas las tareas que demanda. El mobiliario y sus asientos son rústicos no ofreciendo comodidad al concurrente, no se puede tener acceso a las computadoras y la iluminación no es adecuada para el propósito de la lectura. Comienzo a interesarme en el manejo de la misma tratando de buscar la manera de como ayudar a que cumpla su centenario con las herramientas con que cuenta el nuevo milenio, para ello es necesario la participación de todos y por eso es necesario comenzar con la publicidad y poner como objetivos qué cosas se pueden ofrecer a los concurrentes desde el aspecto edilicio como motivo de su centenario próximo.

Monday, March 10, 2008

Consideraciones Finales

Algunos mencionan que tomando distancia se puede contemplar el entorno y abandonando mi condición de "paria" en defensa de los Derechos del Niño es que decido dar una acometida poniendo en evidencia todo el entorno institucional que plantea la ley 13298. Es así que decido mandar un mail al Ministro de Desarrollo Humano de la provincia para manifestarle mis deseos de participar en la mencionada ley autopostulandome como "Defensor de los Derechos del Niño"y mas tarde informarle a todos los contactos que he logrado adquirir mi manifiesto para tal cargo.
La experiencia de este "reality paper" institucional deja ver como son tratados los menores en la República Argentina, mas precisamente en la provincia de Buenos Aires por el Estado, dando cuenta numerosas falencias de toda índole y ni que hablar de las personas que tienen a su cargo la ejecución de planes de contención, su voluntad para reunirlos con sus familias y el modo que tienen para revertir su condición de vulnerabilidad social. Habiendo llegado hasta el Ministerio de Justicia de la Nación y diseñando un sitio antes real, ahora virtual, para el resguardo de derechos adquiridos, con sus correspondientes proyectos me hace dar un paso más en mis convicciones al autoproponerme "Defensor de los Derechos del Niño".
Hoy a la distancia evoco imágenes y palabra de un modelo institucional obsoleto, que en sus estertores busca resquicios para su supervivencia dejando a la vista un modo de pensar y de actuar no acorde a las actuales necesidades. "Con la heladera vacía no se puede hacer política" mencionaban años anteriores muchos compañeros y sin embargo con la heladera vacía pude lograr que el Ministerio de Justicia librara una intermediación de mi parte para con estos chicos en la localidad de Moreno. Todavía falta mucho por hacer y nuestro espacio virtual seguirá en vigencia a pesar de las amenazas para que se haga efecto esta ley, para que nuestros jóvenes puedan vislumbrar un porvenir en una sociedad hipercompetitiva donde el lema que parece imperar es: "salvese quien pueda".
De ahora en más el "Club de la Colina" seguirá con sus publicaciones proponiendo abordajes e interiorizandose de los acontecimientos que competen a esta temática. Mientras tanto este sitio comienza con una nueva etapa, ya en marcha de los acontecimientos locales en un departamento de la provincia de Tucumán: La Cocha.

Monday, March 03, 2008

Mi Familia

La Cocha, Tucumán. Hogar de mis abuelos de parte materna y de buenas anécdotas de la época en que se estaba construyendo la nación Argentina. Pueblo volcado al agro donde las externalidades que parecen afectar más a los habitantes son las del tiempo climático.
Bajo un mismo techo coincidimos un ex-maitre del Congreso de la Nación, un jefe provincial de Policía y yo. Las largas sobremesas encienden pasiones encontradas y el enriquecimiento de un tema desde distintos puntos de vista hace a uno mostrar su propio ser, deseoso de someterse a la realidad, abandonando la visión armada por juicios ficticios o por el consenso social y vivenciar el mundo como se presenta, no como hemos aprendido y creído que debe ser y se abre un espacio para la aparición de "la realidad autoconocida".
Al comentarles mis acontecimientos del año pasado comenzaron a relatar como funcionan la "grandes ligas", estos hombres con años de experiencia dentro del campo gubernamental me fueron plasmando una visión acerca del modo de actuar de nuestras instituciones dejandome un sabor amargo sobre el porvenir de los chicos que intenté representar... ¿Cómo puedo hacer algo para que estos chicos pudieran progresar y que no hagan daño a la sociedad ni a ellos mismos? A través de mensajes de texto procedí a invitar a los mismos para que continúen sus estudios, pero sus precarias condiciones sociales los llevan a optar por salidas a corto plazo hipotecando su futuro. Sé que algunos se conforman si solo una persona entendió el objetivo, pero solo una persona que continúe sus estudios es un logro muy magro teniendo en cuenta a todos aquellos que estuvieron bajo mi tutela.
Al llevar a la realidad un proyecto, al entablar una relación nueva, aparece una voluntad de entrega: nos metemos, nos damos. En el proceso, mas que el deseo de hacer u obtener algo, lo que nos mueve es siempre alguna necesidad. En nuestro trabajo, ¿podemos discriminar donde terminan nuestras ganas de hacerlo y donde empieza nuestra necesidad de producir?... Mantenernos conscientes de que somos apenas los instrumentos nos integra con cuanto hagamos o participemos, integra "lo que hacemos" con "lo que suceda".
Al reunirme con el intendente del lugar éste me menciona las prioridades de su actual gestión donde los problemas son totalmente distintos a los de las grandes urbes. Muestra interés por mis habilidades y competencias en otras áreas y menciona una serie de conflictos que sobrelleva a una persona de jerarquía al no respetar la famosa relación: "Militancia versus Competencia". Mi interés en radicarme aquí va en aumento debido a la franqueza y sinceridad de todo este pueblo, donde los niños pueden jugar hasta altas horas de la noche y donde toda la comunidad vela por ellos. Mientras los mensajes desde Buenos Aires insisten en que vuelva pronto y este presente en el cumpleaños de una de las chicas, comienzo a estudiar de que manera puedo interceder por ellos a la distancia y como tener un empleo en este pueblo.